miércoles, 20 de marzo de 2013

Mi primera vez.

Sara me advirtió de los riesgos y molestias que podría sentir al principio, me animaba diciéndome que con la práctica la sensación es cada vez más placentera.

Ella se inició con el negro, decía que a pesar de su gran tamaño y su ruda apariencia era bastante cuidadoso con las jóvenes sin experiencia, varias amigas y conocidas se habían estrenado con él anteriormente.

Yo, en cambio, tenía predilección por el de los ojos claros, me encantaba el brillo de su pelo, su cuerpo fibroso y delgado, me enamoré de su belleza al verlo por primera vez, de su forma de caminar, de su profunda mirada..

Cuando llegó el momento no sabía qué posición adoptar, estaba tan nerviosa, monté suavemente sobre él, le susurré al oído mientras acariciaba su pelo y me dejé llevar, mi corazón latía con fuerza al sentir su vigor salvaje entre mis piernas.

Nunca había sentido tanta libertad como galopando a lomos de aquel hermoso corcel...


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