domingo, 14 de abril de 2013

Como un flash.

Las imágenes, los sucesos, transcurrieron como si de un flash Metz se tratase, Así es como lo recuerdo: Sus ojos clavados en mi trasero. Mi vista viajando a su abultada entrepierna. Chispas en el espeso aire, vicioso, atando nuestros cuerpos. Trémula su mano posada con tiento en la piel de mi muslo, subiendo despacio y arrastrando la tela incauta. Dedos calientes, gruesos, siniestramente lentos llegando hasta mi centro. Su boca voraz se arroja y precipita en caída libre hasta impactar contra mi pecho. Muerde el borde de mi escote. Lo arranca de un solo tirón. El pecho derecho sale despedido del vestido. Un pezón turgente y rosado es atrapado por sus sabios labios. Dientes torturándolo. Separa mis piernas con la rodilla. Violento. Suspiro. Jadea. Jadeo. Tacto perfecto dentro de mi sexo, notando las yemas de sus dedos palpar con acierto el punto correcto. Reclino la cabeza y gruñe ahora en mi oído, mordisqueando mientras el suave lóbulo encendido. Más fuerte. Veloces latidos. Sangre derrapando. Estrangulados gemidos. Grito. ¡Grito! Descargo en su palma y me sorprendo al ver que relame esos dedos con los ojos cerrados. El ascensor abre sus puertas y, sin un adiós, me despido...

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