jueves, 22 de mayo de 2014

Mi deseo sexual

Aquello que pudo ser y no fue… mis pensamientos cabalgan más rápido que mi prudencia, y me llevan a desearla un poco más.
Su voz transmite ternura es como un susurro cálida y dulce poco a poco se hace un sitio importante dentro de mi cerebro.
Congeniamos mucho somos cómplices de conversaciones intimas jamás contadas, en una de nuestras salidas la estrecho entre mis brazos y le comento cuanto me atrae, la veo turbada intentando mantener el dominio, siento el palpito entero de su cuerpo en

respuesta a mis caricias, toda ella arde esta sucumbiendo a mis deseos los cuales no puedo calmar, es superior a mí.
Nos entregamos al más ardiente juego, de besos y caricias iniciando un avance hasta el mejor de los momentos, su boca es toda sensualidad sus labios carnosos vivos, calientes y sabrosos con una dulce humedad que hoy recuerdo con cierto escalofrió placentero, con mis manos voy repasando cada centímetro de su piel, sus brazos, espalda, cuello…. un escalo frió sacudió mi cuerpo al notar esa vibración dentro de ella unos ligeros e intensos gemidos de placer sacudían sin piedad la habitación, estábamos entregados hacia el más buscado placer de la tierra…
Mis manos seguían incansables el camino más sinuoso y bello de la creación, su cuerpo, que en todo momento se mostró generoso ante la avalancha de estimulo dando una leve contracción cada vez que mi lengua recorría el contorno de sus pezones tersos y marmóreos vibrantes¡ a cada sacudida de mi lengua con lentitud, inicio una caída hacia su monte de Venus expuesto ante mí como si de un trofeo se tratase, atravieso su vientre deteniendo por un instante para gozar del lazo de la vida notando contracciones de placer por el estimulo de mi lengua en su ombligo.,
La incontrolable ansiedad me ordena seguir con la conquista de este cuerpo cuyo principal baluarte esta dulcemente protegido por unas

contorneadas piernas que no tardan en recibir como si de una horda se tratara las yemas de mis dedos preparando el terreno para la
conquista final, mi lengua juguetea por el contorno de su último bastión buscando sin cesar con movimiento circular su pequeño y dulce clítoris el cual me recibe con exclamaciones lujuriosas entregado sin lucha ya que el ataque ha producido en él un sinfín de sacudidas continuas que le han hecho sucumbir y caer jadeante del esfuerzo de su inútil lucha contra el peor de los enemigos…

1 comentario:

  1. Hola DELICIOSA!!!
    Un relato muy caliente
    Como me gustaría ser yo el del relato contigo.

    ResponderEliminar