martes, 9 de febrero de 2016

February 9

Apenas había gente en la consulta, Paula esperaba su turno cuando llegó Carlos. Se sentó a su lado dejando en el aire una exquisita fragancia masculina.
Paula comenzó a ruborizarse al sentir el calor del muslo atravesar la tela de su falda, miró de reojo aquellas varoniles manos, que comenzaban a humedecerse víctimas del nerviosismo, sus dedos se entrelazaban inquietos en un juego sin sentido.
Carlos se atrevió a girarse, buscando los ojos de Paula, éstos buscaban sin acierto un punto de interés que apartara aquellos pensamientos de su mente, a pesar de no haber visto su rostro, imaginaba esos labios besándola, impregnándola con aquel penetrante aroma, casi podía escucharse el latido de su corazón en la silenciosa sala de espera.
Carlos cambió de postura, dejando un espacio que refrescó la pierna de Paula, sus miradas se encontraron, logrando tener el mismo sueño, sin decir una palabra sus rostros comenzaron a acercarse lentamente...

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