miércoles, 17 de abril de 2013
lunes, 15 de abril de 2013
En memoria de Inés.
He intentado olvidarla, doctor. No recuerdo ya su nombre completo, ni el color de su utilitario, ni la dirección de su casa, ni siquiera la fecha de su cumpleaños pero hay algo de ella que me persigue hasta en sueños: el reflejo de su silueta deliciosamente desnuda en la cristalera de mi dormitorio. Su cuerpo arqueado y sumiso esperando a recibir el mío por detrás para abocarnos juntos hacia un perfecto orgasmo. La necesidad animal de agarrarle el culo con fuerza como si tuviera miedo a que se me escapara entre las manos... recorrer sus pechos con mis dedos helados sintiendo en sus pezones la dureza de la excitación compartida... navegando en la humedad de su deseo... disfrutando del sexo juntos como dos dementes sin pensar en un mañana... sin hacernos preguntas...
¡No puede ser normal...! ¡Creo que estoy enloqueciendo! Hay noches en las que me despierto, acompañado por supuesto y como siempre de Ana, y veo su imagen junto a la puerta pidiéndome con la mirada que no la mate del todo. No sé si aprender a vivir con el fantasma o buscar algo realmente poderoso que la volatice de mi alma definitivamente... aunque reconozca ahora que sigo echándola de menos.
domingo, 14 de abril de 2013
Como un flash.
Las imágenes, los sucesos, transcurrieron como si de un flash Metz se tratase, Así es como lo recuerdo: Sus ojos clavados en mi trasero. Mi vista viajando a su abultada entrepierna. Chispas en el espeso aire, vicioso, atando nuestros cuerpos. Trémula su mano posada con tiento en la piel de mi muslo, subiendo despacio y arrastrando la tela incauta. Dedos calientes, gruesos, siniestramente lentos llegando hasta mi centro. Su boca voraz se arroja y precipita en caída libre hasta impactar contra mi pecho. Muerde el borde de mi escote. Lo arranca de un solo tirón. El pecho derecho sale despedido del vestido. Un pezón turgente y rosado es atrapado por sus sabios labios. Dientes torturándolo. Separa mis piernas con la rodilla. Violento. Suspiro. Jadea. Jadeo. Tacto perfecto dentro de mi sexo, notando las yemas de sus dedos palpar con acierto el punto correcto. Reclino la cabeza y gruñe ahora en mi oído, mordisqueando mientras el suave lóbulo encendido. Más fuerte. Veloces latidos. Sangre derrapando. Estrangulados gemidos. Grito. ¡Grito! Descargo en su palma y me sorprendo al ver que relame esos dedos con los ojos cerrados. El ascensor abre sus puertas y, sin un adiós, me despido...
sábado, 13 de abril de 2013
El clic.
Su marido esperaba en el puerto de Atenas para disfrutar una travesía en velero por las islas acompañados de una docena de amigos comunes. Un excelente regalo para recuperarse de la operación que había sufrido recientemente.
El viaje en el autobús resultaba pesado, un apuesto joven que viajaba a su lado le ofreció amablemente una revista para hacerlo más ameno.
A Claudia le sorprendió sentirse identificada con la mujer de aquel tebeo, se trataba de un comic titulado "El Clic". No pudo evitar excitarse leyendo la aventuras eróticas de aquella historieta. Cerró los ojos imaginando ser la protagonista, abriendo levemente las piernas al sentir el deseo fluir en su vientre.
Al llegar, devolvió el comic al hermoso joven totalmente ruborizada. Mayor fue la sorpresa al descubrir que viajaba en el mismo velero que contrató su marido.
Tomaba el sol en cubierta, contemplada a escondidas por el misterioso joven, cuando sintió aquel intenso cosquilleo recorrer el interior de su cabeza...
¡¡¡CLIC!!!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)