martes, 23 de abril de 2013
lunes, 22 de abril de 2013
El aniversario
Santi como casi todos los hombres tenía fantasías sexuales, tenía varias pero su favorita era compartir a su mujer con otro hombre, infinidad de veces cuando hacía sexo con ella imaginaba que había otro chico con ellos. Él nunca se había atrevido a proponerle nada a ella.
Ese año celebraban su tercer aniversario de bodas y Sandra decidió sorprender a su marido y regalarle algo especial...
A media tarde Santi recibió un wasap que decía (espérame en esta dirección a las 10), estuvo muy nervioso el resto del día, intrigado, no entendía nada. Cuando llegó la hora se dirigió al lugar indicado, era una especie de hotel, en la entrada había una recepcionista detrás de un mostrador, las paredes de la entrada estaban forradas de una especie de moqueta de color rojo, y se notaba un olor a coco muy agradable. Se acerco a la chica dio su nombre y ella con una sonrisa picara le entregó una llave en la que había inscrito el numero 12... En el primer piso a la derecha, le indico muy amablemente la chica, con la llave en la mano y completamente perdido se dirigió hacia allí.
La habitación tenía un pequeño recibidor, a la izquierda había una puerta que estaba cerrada con llave, encima de la mesa del recibidor una nota que decía... (cariño, desnúdate y túmbate en la cama). Mientras se desnudaba le pasaron cientos de pensamientos por la cabeza, le daba morbo aquella situación.
Las paredes estaban forradas de espejos, la habitación se iluminaba por unas velitas rojas y blancas, era una iluminación más bien pobre, se tumbó boca arriba en la cama y esperó...
Al cabo de unos minutos vio la silueta de su mujer en la puerta de entrada, caminaba muy despacio hacia él, la única ropa que llevaba puesta era un minúsculo tanga, llegó a los pies de la cama y apoyando las rodillas gateó hasta llegar a su cara, le puso un dedo en los labios haciéndole callar... Gateó hacia atrás y al llegar a la altura de su pene, se lo introdujo en su boca, lo repitió varias veces cada vez más rápido, apretó los labios y aflojó la marcha, e aquel momento vi una sombra aparecer por el mismo sitio donde minutos antes había aparecido Sandra, aquella sombra cada vez se iba acercando mas y mas... al llegar a donde estaban ellos a Santi le explotaron los sentidos, sentía el placer del miedo... aquel tipo se apoyó sobre su mujer y le miró. Era un hombre de raza negra muy corpulento, ella empujó hacia atrás y el tipo aquel comenzó a frotarla, después bajo sus manos y le cogió los pechos, ella emitió un gemido que a Santi le hizo tener su primer orgasmo. El chico negro se subió de pie en la cama y esperó.. Sandra se incorporó y se quedó mirando los ojos de Santi, después ella se giró hacia el chico y metió la cabeza entre sus piernas. Santi se quedó mudo sin poder quitar la vista del miembro de ese tipo mientras su mujer se lo empezó a chupar y a masturbarle.
Santi no podía dejar de mira en el reflejo del espejo como el negro levantaba a Sandra y la colocaba a cuatro patas, se ponía detrás de ella, se arrodilló, le aparto el tanga y le introduzco todo aquel pene... Ella comenzó a gemir y el negro comenzó a moverse... ella no paraba de gemir mientras el negro vaciaba sobre su espalda el resto de flujos que le quedaban, esa escena duró varios minutos hasta que el tipo paró y desapareció de la escena, se quedaron los dos solos durante horas, sin moverse ni hablarse.
Volvieron a la rutina diaria y jamás sacaron el tema, como si no hubiera ocurrido, pero cuando hacían el amor, Santi ya no le comentaba ninguna fantasía , revivía los momento de ese día y se hundía en el placer de los gemidos que ella daba, recordando aquel aniversario...
domingo, 21 de abril de 2013
Viaje nocturno.
Estábamos recién casados, salíamos de un concierto, íbamos para casa y cuando fuimos a coger el autobús, éste estaba lleno.
Mi marido y yo subimos al autobús y buscamos un asiento donde los dos pudiéramos viajar juntos, pero fue imposible. No había alternativa y me tuve que sentar en un asiento donde un extraño seria mi compañero de viaje. Mi marido se fue a sentar casi al final de los asientos traseros del autobús. Esperamos media hora y el autobús salimos rumbo a nuestro destino.
El tipo que viajaba a mi lado parecía estar ebrio, olía a licor. Me acomode en mi asiento y trate de dormir. El conductor del autobús apago la luz del interior, todo el mundo en silencio, quizás por el cansancio del concierto. Me quede dormida y de repente sentí que alguien me acariciaba la mano. Soy muy tímida y no quise montar el numero, el que me acariciaba la mano era mi compañero de viaje, al principio me asuste, pretendí no hacer caso, pensar que había sido por error, quizás ya no me molestara mas, pero me equivoque y parece que no fue suficiente y esta vez cogió mi mano y se la puso encima de la cremallera de su pantalón.. pensé en gritar, pero me dio miedo su reacción y le deje que siguiera haciendo. Poco a poco sentí como se le iba hinchando su pene y me detuve, pero él me cogió la mano con más fuerza y seguía acariciándose su pene con mi mano. Abrió la cremallera de su pantalón y con su abrigo tapaba mi mano, sacó su pene y me lo puso en mi mano, lo tenía muy duro, al principio me negué, pero me apretaba la mano con insistencia, y al final accedí. Él mismo se masturbaba ayudado con mi mano, el hombre tenia un pene muy grande y al final me comencé a emocionar. Me empezó a gustar ver cómo le hacía sentir placer "sigue, sigue, no pares" me decía él con una vez muy suave. Cerré los ojos y comencé a soñar cómo sería sentir ese pene dentro de mí, y las hormonas se me despertaron. Saque un pañuelo del bolso y disimuladamente le tape el pene para que cuando se corriera no desparramara su leche por toda su ropa, no tardo mucho en producirse dicha acción, aun no me había dado tiempo a cubrir su miembro con el pañuelo y me lleno de leche la mano. Después metió su mano por debajo de mi falda y empezó a masturbarme hasta lograr que viera las estrellas , por un momento, fue increíble..
Mire a mi alrededor y vi que el resto de pasajeros seguían ajenos a lo que había sucedido en nuestro asiento. Después de esto volvimos a conciliar el sueño y dormimos hasta llegar a nuestro destino. Al finalizar el trayecto me levante del asiento y ni siquiera le dije adiós a ese hombre con el cual había vivido una aventura que nunca imaginé poder vivir....
viernes, 19 de abril de 2013
La octava maravilla.
Te recuerdo con las manos semiatadas, las yemas de mis dedos recorriendo tu cuerpo, agitándote con cada roce entre agudos gemidos. Mirando tus ojos sentí la calidez de tu piel lechosa bajo la prenda ligera que cubría tus pechos. Me enamoré de ti al primer instante, de tu belleza y tu fragilidad. El instinto me llevó a intentar retenerte y ahora comprendo que fue mi mayor error...
El destino vertiginoso ha provocado que volvamos a encontrarnos en este lejano paraje. Añoro mi hogar y el breve tiempo que allí pasamos juntos, pero tu llamada ha hecho renacer el amor que siempre sentiré por ti, al tiempo que rebrota el animal que en mi interior intenta protegerte. Deja que contemple por última vez tus rubios cabellos ondularse al viento, asi, rodeando tu cintura con mis recias manos..
Moriré sabiendo que entre lágrimas, siempre recordaras que yo, te amé tal como llegaste a mí, aunque nuestra unión sea imposible...
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