miércoles, 30 de diciembre de 2015
viernes, 12 de diciembre de 2014
Deseos desatados..
Blanca es una joven ardiente que no les hace ascos a nada. Cuando no
tiene un chico fijo o coyuntural, se lo monta con el primer chico que se pone a
su alcance. Es una bella viciosa con un apetito sexual sin límites conocidos, ella
misma cuando bromea con los amigos se califica de ninfómana sin hartura humana
sexual. Blanca, ha conocido a un chico que le ha entrado por sus dos bellos
ojos verdes.
Y se ha jurado que se lo tiene que ligar y hacer diabluras sexuales
con él. El chico está coladísimo por ella. Ambos ponen a prueba sus deseos en
cualquier lugar. No les importa el sitio. No tienen rubor ni vergüenza en llevar
a cabo públicamente todo tipo de caricias, y ya sean esas caricias que por
respecto hay que hacerlas en la intimidad. Ellos pasan de la gente, que los
mira por su atrevimiento. Blanca se quita las braguitas y le saca el pene al chico
y se poner a practicar sexo en un vagón
del metro, y como cualquier pareja de enamorados, dan rienda suelta a la imaginación
sin percatarse que a lo lejos un chico moreno los está mirando atentamente..
miércoles, 10 de diciembre de 2014
lunes, 21 de julio de 2014
El encuentro
Estamos en la playa, llevamos toda la mañana y estoy un poco cansada,me estiro en la toalla mientras mi marido habla por teléfono con su hermana, veo pasar a Eduardo, un compañero de clase de cuando estudiaba en la Universidad, se dirige hacia el otro lado de la playa, le digo a la marido que me espere que voy al chiringuito. Voy de prisa y miro a mi alrededor y verifico que hay demasiada gente para que se de cuenta que estoy con Eduardo. El entra a los lavabos y yo le sigo, deja la puerta un poco entreabierta y yo entro tras el y la cierro, comienza a bajarse el cierre del pantalón, actúo rápido sin pensar.
Lo abrazo por detrás tomando su flácido miembro en mis manos, el se asusta y se respinga hacia atrás ¿No te acuerdas de mí? deja de forcejear mientras me dice bajito, que haces? Nos pueden ver.
Lo empujo hacia el lavabo y lo beso ante su asombro que no lo abandona y solo se deja hacer. Eduardo anteriormente ya me había confesado que yo le gustaba, con algo de delicadeza lo rechace siempre, aunque en ocasiones había flirteado con él, tratando de mantener siempre una buena relación. Al verlo de nuevo después de tanto tiempo salió de repente con fuerza esa obsesión por sentirlo dentro de mi. Ahora ya todo estaba pasando no había marcha atrás.
Mientras vuelve de su sorpresa, penetro con mi lengua su boca y poco a poco siento la suya, es larga, perversa, cálida; acaricio sus nalgas y le bajo de golpe el bóxer, Siento su cuerpo perfectamente, voy acariciando suavemente su pene, él gime suavemente.Ya sus manos recorren mi cuerpo lentamente de arriba abajo. el manosea mi trasero y espalda mientras me acerco mas y mas al irreformable sendero del orgasmo, me penetra una y otra vez, dejo de moverme, saboreando el momento tan mágico de placer. A pesar de todo sigo muy excitada.
Esto no terminará aquí...
Salgo del lavabo y me dirijo en busca de mi marido que ya ha acabado de hablar por teléfono y me espera con una sonrisa...
Lo abrazo por detrás tomando su flácido miembro en mis manos, el se asusta y se respinga hacia atrás ¿No te acuerdas de mí? deja de forcejear mientras me dice bajito, que haces? Nos pueden ver.
Lo empujo hacia el lavabo y lo beso ante su asombro que no lo abandona y solo se deja hacer. Eduardo anteriormente ya me había confesado que yo le gustaba, con algo de delicadeza lo rechace siempre, aunque en ocasiones había flirteado con él, tratando de mantener siempre una buena relación. Al verlo de nuevo después de tanto tiempo salió de repente con fuerza esa obsesión por sentirlo dentro de mi. Ahora ya todo estaba pasando no había marcha atrás.
Mientras vuelve de su sorpresa, penetro con mi lengua su boca y poco a poco siento la suya, es larga, perversa, cálida; acaricio sus nalgas y le bajo de golpe el bóxer, Siento su cuerpo perfectamente, voy acariciando suavemente su pene, él gime suavemente.Ya sus manos recorren mi cuerpo lentamente de arriba abajo. el manosea mi trasero y espalda mientras me acerco mas y mas al irreformable sendero del orgasmo, me penetra una y otra vez, dejo de moverme, saboreando el momento tan mágico de placer. A pesar de todo sigo muy excitada.
Esto no terminará aquí...
Salgo del lavabo y me dirijo en busca de mi marido que ya ha acabado de hablar por teléfono y me espera con una sonrisa...
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