Manu es conducido al pabellón C, tras recorrer el frío pasillo se le introduce en una pequeña sala. Sentado en la cama, espera expectante, poco tiempo después ella aparece por la puerta.
Manu se pone en pie, la contempla sorprendido y en silencio. Con un gesto amable la invita a coger su mano. Ella, de igual modo desconcertada, mira a su alrededor y se acerca despacio. Sin pronunciar palabra, acepta aquella mano. Manu acaricia sus brazos con ternura, ella se deja hacer, agradecida.