lunes, 15 de febrero de 2016

February 15

La pantalla comienza a tremolar ante mis ojos, obnubilados por el alabeo de una femenil silueta que se acerca insolente, voluptuosa. La nítida desnudez de aquella desconocida supera pronto la del ensueño.
Alborota su cabello y eleva un muslo, removiendo su pie sobre mi sexo. Mi mirada se clava en el suyo fascinada. Me abofetea, me despoja con arrogancia de cintura para abajo y monta sobre mí a horcajadas. Yo me abandono al feroz zarandeo mientras gozo de la asfixia que me brindan sus pechos…

domingo, 14 de febrero de 2016

February 14

Lo abordó en la suite presidencial con agilidad felina. De pronto se vio desnudo sobre la moqueta. Sentada sobre sus muslos, la atacante se desprendía de toda vestimenta. Bajo la capucha, dos grandes ojos inundados en lujuria.

sábado, 13 de febrero de 2016

February 13

Hoy quiero estar cerca de ti, hoy que estas tan mimosa y cariñosa, contemplarte de cerca maravillado, sentir la atracción que ejerces sobre mí, resistirme a ella unos instantes y adivinar el siguiente minuto, cuando tus labios estén a un milímetro de los míos, cuando sienta tu aliento cálido invitándome a besarte, cuando tu aroma natural inunde mis fosas nasales, revelando la fragancia fresca de tu piel, olor a pétalos de rosa, perfume de manantial de agua clara, de mil gotas rompiendo en una cascada salvaje, olor a rayo de sol sobre hierba mojada, a brisa de la mañana en campos de amapolas, olor a mujer, olor a deseo.
Daré un paso para posar mis labios en los tuyos y sentir el frágil tacto de la carne, la caricia de tu lengua mecida sobre la mía, el delicado roce con sabor a fruta silvestre, a miel y a canela..

viernes, 12 de febrero de 2016

February 12

Sara me advirtió de los riesgos y molestias que podría sentir al principio, me animaba diciéndome que con la práctica la sensación es cada vez más placentera.
Ella se inició con el negro, decía que a pesar de su gran tamaño y su ruda apariencia era bastante cuidadoso con las jóvenes sin experiencia, varias amigas y conocidas se habían estrenado con él anteriormente.
Yo, en cambio, tenía predilección por el de los ojos claros, me encantaba el brillo de su pelo, su cuerpo fibroso y delgado, me enamoré de su belleza al verlo por primera vez, de su forma de caminar, de su profunda mirada…
Cuando llegó el momento no sabía bien qué posición adoptar, estaba tan nerviosa, monté suavemente sobre él, le susurré al oído mientras acariciaba su pelo y me dejé llevar, mi corazón latía con fuerza al sentir su vigor salvaje entre mis piernas.
Nunca había sentido tanta libertad como galopando a lomos de aquel hermoso corcel.