Cristina estaba sentada en el rellano de su casa con Daniela, su
mejor amiga. Se conocían desde la guardería.
-¿Qué vamos a hacer hoy? -Preguntó Daniela.
-Podemos ir al centro comercial,
-No está muy lejos, ¿no? -Se aseguraba Daniela.
Una vez allí, cogieron unas prendas de ropa y fueron a los probadores,
estaban todos ocupados y decidieron utilizar las dos el mismo, el probador era
bastante grande.
Cris se quitó la camiseta y dejó ver sus grandes pechos bajo el
sujetador. Daniela se quitó su camiseta también, llevaba un sujetador de una
talla o dos más pequeño, totalmente negro.
-Cómo me gustaría tener tus tetas... -Le dijo ésta a Cris. -Deberías
probártelo el vestido sin sujetador.
Cris le hizo caso y se quitó el sujetador. Daniela se quedó sin
respiración. Nunca había tenido ningún deseo homosexual, y menos con su amiga. Se
le quedó mirando a los pechos.
-¿qué te pasa? -Preguntó Cris.
-Nada -Dijo ella. Pero no pudo reprimirse y la besó.
Cris al principio sintió ganas de apartarse, pero se dejó. Sentía
algo con Daniela que no había sentido con ningún chico. Daniela le acarició un
pecho. Cris le quitó el sujetador a Daniela. Se estuvieron besando hasta que
Daniela se decidió a lamer el pecho de Cris.
Cris gemía de placer. Tras unos minutos, le quitó los shorts a
Daniela, y las braguitas. Colocó su mano sobre el sexo de su amiga. Estaba
húmedo. Lo apretaba y lo soltaba. Llegó a su clítoris y comenzó a mover la
mano, mientras gemía.
Ambas estaban desnudas.
-Siéntate en el banquito. -Dijo Cris a Daniela, y ella así lo
hizo.
Empezó a lamerle todo, hasta llegar a su sexo, metía su lengua y
la sacaba. Metió los dedos en su vagina, los sacó húmedos y mojados y se los dio
a su amiga. Esta los chupó y los lamió.
Así siguieron hasta que acabaron con un orgasmo.