miércoles, 12 de junio de 2013
Aquella mañana.
Mi pene deseaba penetrarla, así que me coloque un preservativo, le abrí las piernas, ella estaba demasiado lubricada y acabe metiéndole el pene hasta el fondo, ella lanzo un gemido de placer y de dolor al mismo tiempo, pero el placer era inimaginable, después de un buen rato de movimientos, acabamos en un gran orgasmo, pero exhaustos.
lunes, 3 de junio de 2013
Dedicado a ella.
El sol, la lluvia, el cielo, las hojas estrepitosas, el viento, ojos que brillan y su boca.
Todo un conjunto de luminosidad, un manojo de vida blanda como el agua.
Circula por las venas como un torrente de abejas, se esconde, nace, se ríe. Baja como esquirlas heladas por las arterias de madera. Esa vida, esa tenue vida.
Y de pronto un nubarrón, la luz artificial de la calle, la llovizna, el roce. El chapotear de los tacones en las baldosas. La esquina esta libre, el encuentro será fulminante. Del otro lado de la calle la penumbra. El latir de un corazón galopando, rechinante.
Inconfundiblemente se encuentran, el calor en la cara de su cigarrillo alivia el viento helado, la gabardina solo es una ilusión de abrigo.
Se esconden juntos como niños, se miman, se besan, se ríen, y continúan el paseo. Se aman incansablemente entre las calles oscuras. Solo la brisa de la noche y las finas gotas son testigos del consumado hecho.
Ellas, tan finas, recorren sus cuerpos fatigados, ellos tan poseídos sacian su sed.
Mientras las luces siguen escondiéndose en la bruma otoñal, ellos, se persiguen, corren de la mano.
Se pierden el uno en el otro, se asfixian, y vuelven a nacer entre sábanas blancas como campos de jazmines.
Mientras el acaricia sus piernas torneadas, ella besa su cuello y su cabeza rojiza roza sus hombros, el alborotadamente pega su cintura a la de ella y desliza sus manos desde el muslo hacia la cintura, luego acaricia sus senos, ella enloquece de amor y sube sobre él, y en un sin fin de caricias, roces y húmedos besos se va la noche.
El sol les da en la cara, ellos alterados, se miran, ella coge las medias del suelo, su abrocha el sujetador y se coloca la falda y la camiseta ceñida. Mientras él, la va mirando tumbado en la cama con sábanas blancas, revoltosa, inmune a la soledad. Se miran, se sonríen, se abrazan y el la besa profundamente.
Deja la habitación y en su camino una estela de su perfume se mezcla con la cotidianidad del día...
miércoles, 29 de mayo de 2013
En la ducha
Era mi último día de trabajo antes de las vacaciones, estaba muy excitada por todo el ajetreo de la preparación del viaje.Llegue a casa, con muchas cosas por hacer, la cabeza no paraba de darme vueltas, para relajarme un poco decidí darme una ducha de agua bien caliente.
Me desnude frente al espejo del cuarto de baño, mientras observaba mi cuerpo desnudo reflejado en el, sin darme casi cuenta empecé a tocarme y acariciarme mientras el espejo cada vez se iba empañando mas y mas...
Pasaba mis manos por mis pechos, me sentía cada vez mas húmeda, me metí en la ducha y al notar el agua caliente me estremecí, me apoye contra la pared mientras dejaba el agua caer sobre mí. Cogí el gel de baño sin pensar en nada, ni siquiera que me estaba poniendo muy cachonda.
Me acariciaba los pechos con el gel cálido y suave, apretándolas como a mí me gusta, despacio, en círculos, me cubría mis pechos con el gel como si fuera semen... metí mi mano entre las piernas, me abrí los labios, lo tenía todo húmedo, mojado, muy caliente, estaba a punto de correrme, pero me resistía, quería disfrutar un poco mas aquel momento, me introducía una y otra vez los dedos dentro de la vagina, a la vez que me acariciaba lentamente el clítoris, en aquel momento lo que más deseaba era notar un buen pene dentro de mi... Los consoladores pasaban por mi pensamiento mientras mis dedos me daban placer, deseaba tener un pene para poderlo acariciar y chupar...
El espejo cada vez estaba más empañado y ya no dejaba ver mi cuerpo en el... quería correrme y cada vez introducía mas mis dedos dándome placer, cerré los ojos mientras con la otra mano me tocaba los pechos...estaba a punto de llegar a ese placer que tanto me gustaba, le di más fuerza al agua, levante la pierna apoyando el pie en la bañera quería mas placer, cogí el teléfono de la duche y lo puse entre mis piernas, el agua caliente chocaba en el clítoris, mi excitación era máxima y no tarde en correrme...mmmmmmm
domingo, 26 de mayo de 2013
Mi cita con una madurita
Cuando entro al bar la vi, podría ser perfectamente mi madre por la edad.
Su rostro era precioso, unas largas piernas y un cuerpo esbelto. En aquel
momento me pregunte que podía pretender con aquella mujer, ella me miró y yo le
sonreí, sonrisa que ella también me devolvió.
Me senté en su mesa descaradamente y empezamos a hablar, paso casi una hora
y yo la invité a pasear, hacia una noche preciosa, ella acepto, caminamos por el parque durante un largo
rato, ella era divina con aquella carita de ángel...
Después del paseo la invite a tomar una última copa a casa, mis padres
estaban fuera y no volverían en todo el fin de semana, ella dijo que estaba
loco, pero acabo aceptando la invitación.
Cuando llegamos, ella aprovecho para ir al baño y yo aproveche para poner música
y bajar un poco la luz de la sala, cuando volvió yo la esperaba con una copa de
champagne...
Comenzamos a bailar, yo la cogí de la cintura y la apreté hacia mí, a ella
le gusto y me pidió que la apretara más fuerte, yo lo hice a la vez que la iba
acariciando... Yo me estaba volviendo loco... En aquel momento ella me dio un
beso en los labios, comenzamos a quitarnos la ropa el uno al otro mientras
nuestros cuerpos bailaban al ritmo de la música, hasta quedarnos en ropa
interior, mientras nuestras lenguas desaparecían en nuestras bocas en besos
profundos y pornográficos.
Nos
acabamos de desnudar y seguimos bailando hasta finalmente acabar tumbados en la
alfombra del salón. Comenzó a chuparme hasta llegar a mi miembro, se metió mis
23 centímetros de pene en su boca, el placer que yo sentí en ese momento era
inexplicable, luego se puso de costado invitándome a que la penetrara... Intente penetrarla pero
me costaba un poco, nunca me hubiera imaginado que una mujer así, tuviera
aquella vagina tan estrecha, ella me decía al oído que se la metiera, quería
notar todo mi pene dentro de ella....
Se
lo fue metiendo y sacando poco a poco, cuando lo tenía dentro su vagina apretaba
mi pene... qué locura!!
Ella
gemía y gritaba, al tiempo que me pedía que se lo metiera todo, yo cada vez
empujaba mas y mas, hasta metérselo todo hasta el fondo...acabamos los dos
enloquecidos de placer, esa noche echamos tres polvos como nunca antes lo había
echo, esa noche ni su trasero se salvo de probar mi pene...
Cuando
marcho me dijo la edad que tenia y había 25 años de diferencia entre
nosotros, pero aquella noche la edad no tuvo
nada que ver entre nosotros, fue una noche maravillosa.
Nunca más la volví a ver, pero sigo volviendo a
aquel bar donde la conocí, con las esperanzas de volverla a encontrar algún día....
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