jueves, 8 de mayo de 2014

La profesora de Tenis

María era una joven rubia, alta, de labios rojos y ojos claros. Su cuerpo era esbelto y tenía unos pechos y unas caderas bastante exuberantes. Era novata jugando al tenis, así que decidió apuntarse a unas clases prácticas para poder desahogarse, aunque fuera lanzando pelotas.



El primer día apareció muy nerviosa, con una falda demasiado corta, un polo blanco sin sujetador,
Entró en la pista en la que le tocaba jugar. Había un hombre bastante alto y sexy al otro lado de la red, En su parte de juego había otra mujer, Carmen. Tenía el pelo oscuro y liso sujetado en una coleta. Llevaba una falda algo más larga que la de María,
-Buenos días. -Saludó Carmen a María -¿Tú eres la nueva, verdad?
La novata asintió con la cabeza y la profesora pidió al hombre que se marchara, porque María empezaba desde cero y no sabía.
Practicaron un par de saques, pero María no lograba pasar de la red, por muy fuerte que le diera. Quizá Carmen la desconcentraba, pero ¿qué decía? ¡Si ella no era lesbiana ni mucho menos! Esta clase de pensamientos la hicieron des coordinarse  aun mas.
Carmen se acercó a María y se colocó detrás de ella. Puso una pierna delante de ella y agarró las manos de María para ayudarla a sacar. María notaba los pechos de su profesora rozarle los hombros y la espalda,
-No te preocupes, al principio es más complicado. Venga, ves y recoge la pelota. -Dijo apacible Carmen.
María pasó la red y se agachó a coger la pelota, de forma que Carmen le vio todas las bragas húmedas por la excitación que le había producido los roces de su profesora.
-Mira, si quieres hacemos unos ejercicios de relajación, ¿de acuerdo?-Dijo Carmen.
-Vale. -Sonrió María. -¿Qué hago?
-Lo primero, tumbarte.
María hizo caso a su profesora, quien pasó al otro lado de la red para colocarse a horcajadas sobre María.
-Bien, ahora relájate. Aunque es difícil con tanto calor... -Carmen se quitó el sujetador dejando sus dos bonitos y erguidos pechos al aire.
María se sorprendió e intentó levantarse, pero Carmen se lo impidió.
-He visto lo húmeda que estás. No nos vamos a quedar ninguna de las dos con las ganas.
-Pero estamos en un sitio abierto, cualquiera que venga nos puede ver... además... yo no soy lesbiana.
Carmen le rompió la falda de un tirón a María y le quitó las braguitas de un movimiento. Acarició su sexo y María notó una vibración.
-Si no eres lesbiana esto no te pondrá, ¿no? -Carmen se quitó su falda, dejando libre su falta de ropa interior. Tenía su pubis bien depilado. Esta respiraba con dificultad a causa de la excitación y el miedo por ser pilladas.
-Quítate el polo.
María obedeció y se lo quitó, dejando libres dos pechos un poco más pequeños que los de Carmen, pero igual de bonitos.
Carmen acariciaba y lamia sus pezones.
-Para, para no sigas. -Decía excitada María.
Carmen siguió bajando con la lengua
Metió un dedo sin dificultad en el interior de María, quien movió la pelvis como signo de querer más. Movía el dedo mientras seguía lamiendo y acariciando los pechos de su alumna.
-Ahora verás lo que es una clase práctica.
Bajó su lengua hasta el clítoris de María, que mordió y masajeó a su gusto, haciéndola gritar de placer.
Unas cincuenta personas veían el espectáculo tras la verja, pero ya nada importaba.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Días de Playa

Hola chic@s después de una temporadita fuera, vuelvo de nuevo... con nuevas fotitos, y nada mejor para empezar que con esta fotito que me hice hace unos días pensando en todos vosotros...

Espero que os guste...

miércoles, 27 de noviembre de 2013

El amante Ocasional

Un apuesto joven al que besó en los labios con dulzura abrazaba su cuerpo desnudo. De nuevo, cuando ya creía haber olvidado el milagro que supone ser mujer, sintió fluir a raudales el deseo.
Las cálidas manos de aquel hermoso varón brindaban a su piel precisas caricias que la colmaban de placeres. 
Permitió que aquel inmenso caudal de sensaciones la atrapara sin recato. 

Se dejó arrastrar por la tentación hasta caer en el abismo, para después tomar las riendas y subir una y otra vez al cielo.
Ya relajada, cerró los ojos y durmió alojada entre sus brazos.
Sus labios dibujaron una aliviada sonrisa cuando, al despertar, su marido seguía allí....


Chicos después de unas largas vacaciones, vuelvo a estar aquí de nuevo.... Un besito.

jueves, 8 de agosto de 2013

Encuentro a media noche

Eran las 12 de la noche, subimos las escaleras y empezamos a buscar nuestra habitación, mientras que la pareja que subía, se percató de nosotros. Nos miraron de manera rara. Nosotros disimulamos, llegamos a la habitación y la abrimos lo más rápido posible. Entramos, ya en la habitación, llamamos al recepcionista para  que nos trajeran algo para beber.
Ella se sentó en la cama y empezó a observar detenidamente la habitación como si estuviese imaginándose las travesuras que haríamos luego. Yo hice lo propio y me puse a su lado, ella me miro y empezó a besarme el cuello. Yo empecé acariciar sus pechos, las presionaba con fuerza y eso la excitaba más, de pronto se escuchó  la puerta. –Era el camarero –
Nos detuvimos un momento, abrí y me entrego una botella de cava bien fría. Nos servimos una copa. Ella se sentó encima de mí y empezamos a besarnos sin reparo ni control. Yo empecé a besarle el cuello, mientras mis manos agarraban sus pechos y su trasero. Al mismo tiempo ella frotaba su vagina con el grosor de mi pene erecto, que ya estaba en posición para penetrarla. Fui bajándole su vestido y así mismo mi boca también descendía hacia sus senos hinchados por el calor del deseo y esos pezones que invitaban a morderlos. Mientras lamia sus pechos, ella me quito la camiseta y también hizo lo propio. Luego se levantó un poco el vestido y mis manos agarraban y metía mis dedos en su vagina y en su trasero que ya estaban bien mojados y lubricados. Sentí su ano bien apretadito y esas nalgas que daban ganas de penetrarla. Después la subí a la mesa, le quite su tanga y empecé a chupar y lamer con mucho placer y delicia su vagina humedecida por mi sexo. Seguí lamiendo su clítoris ella empezaba a gemir descontroladamente. Introduje mis dedos y empezaba a moverlos de un lado a otro dentro de su vagina, a ella le estaba gustando. ella no pudo más, se levantó, se arrodillo, me bajo la cremallera y luego el pantalón. Empezó a lamer por encima de mi bóxer que estaba húmedo. Sin pensarlo me bajo el bóxer y empezó a chupármelo como solo lo sabe hacer una chica bien experimentada, fueron unas lamidas espectaculares, nunca nadie me había echo un sexo oral tan espectacular como ella,
después lamió de mi pene que le esperaba con su lechecita en la punta del glande. Se tomó todo mi semen, luego succiono mi pene. Realmente me hizo ver las estrellas.
Ya estaba en mi clímax, la coloque en la cama, puso sus piernas en mi hombro,  su vagina estaba  muy  apretadita. Empecé a frotarla con mi pene, golpeándola. Después introduje mi pene en su vagina y empecé a meterlo  suavemente  hasta que entro todo, ella me apretaba hacia ella sin soltarme. Así estuvimos varias horas, cambiando de posturas, hasta acabar con todo su cuerpo cubierto por mi corrida.


Ambos quedamos agotados, fue una experiencia inolvidable. Pero desde aquella vez jugamos a ser amantes….