domingo, 31 de enero de 2016
January 31
No te muevas, me dice el fotógrafo. Eso sería difícil dado que estoy tumbada boca abajo sobre el colchón, maniatada. Me encuentro completamente desnuda, salvo por un antifaz. El hecho de que él esté vestido me hace sentir aún más indefensa, en algún momento. Aparte de algunas indicaciones sobre las poses, es poco hablador. No le veo, pero siento su mirada. Tanto de sus ojos, como de la lente de su cámara. Noto cada clic como si fuera una caricia en la piel, no hay contacto físico, pero percibo una fuerza de energía que me estimula y relaja al mismo tiempo. Así comienza mi semana,..
sábado, 30 de enero de 2016
January 30
Después de un rato tumbada ya entendí lo que pretendía.
Me empezó a abrazar con la excusa del frío y a acercarse demasiado.
No lo voy a negar, estaba superbien, así que no me aparté.
Al verme receptiva me dio pequeños besos por la oreja y el cuello y me confesó que siempre había fantaseado conmigo, que mi marido tenía mucha suerte de tenerme. Se me erizó la piel inmediatamente...
Me empezó a abrazar con la excusa del frío y a acercarse demasiado.
No lo voy a negar, estaba superbien, así que no me aparté.
Al verme receptiva me dio pequeños besos por la oreja y el cuello y me confesó que siempre había fantaseado conmigo, que mi marido tenía mucha suerte de tenerme. Se me erizó la piel inmediatamente...
viernes, 29 de enero de 2016
January 29
Yo ya estaba más que excitado y creo que se notaba en mis pantalones y gestos, ya que en medio de la fiesta Sandra me sugirió que nos fuéramos y lleváramos a Maria con nosotros. Obviamente no iba a negarme, rápidamente nos despedimos de algunos amigos y fuimos para el aparcamiento....
jueves, 28 de enero de 2016
January 28
Allí tumbado en la camilla, pensaba que
desde que Anna se marchó no había vuelto a tener sexo con nadie y no porque no
hubiera tenido ocasión, si no porque algo me hacía rechazar a todas, no eran
Anna.
Ninguna se movía con la elegancia que ella lo hacía sobre los tacones, sobre los patines o descalza corriendo por casa. Ninguna me miraba y me dejaba sin respiración...
No hay mujer en el mundo capaz de ponérmela dura sólo
con una mirada.
Ninguna se movía con la elegancia que ella lo hacía sobre los tacones, sobre los patines o descalza corriendo por casa. Ninguna me miraba y me dejaba sin respiración...
No hay mujer en el mundo capaz de ponérmela dura sólo
con una mirada.
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